domingo, 4 de marzo de 2007

W. H. Auden

Se acaban de cumplir 100 años del nacimiento del poeta, dramaturgo y crítico literario Wystan Hugh Auden ("Time will say nothing but I told you so...").

W. H. Auden (1907/1973) es un destacado poeta y dramaturgo inglés nacido en York. Hijo de un médico, desdeñó la ciencia para dedicarse a la poesía. En 1925 ingresó en el Christ Church College de Oxford, donde se convirtió en la pieza central de un grupo de intelectuales entre los que figuraban Stephen Spender, Christopher Isherwood, Cecil Day Lewis y Louis MacNeice. Después de concluir sus estudios, en 1928, fue maestro de escuela en Escocia e Inglaterra por espacio de cinco años. Durante la década de 1930, junto a notables intelectuales y sensibilizado por la realidad social, desarrolla una marcada tendencia izquierdista.

Considerado como el más influyente desde T. S. Elliot, fue un artista capaz de aceptar su tiempo como un desafío de la vida. Transitó el convulsionado siglo veinte incluyendo en su obra cada una de las expresiones de la época. Su punto culminante es “El mar y el espejo” en la que transmite su obstinación poética y su gusto por la creación con una valentía despojada de eufemismos.

Su producción incluye los siguientes libros: Poems (1930 y 1933), con el que consolida su fama, trata sobre el derrumbe de la sociedad capitalista inglesa. Luego vendrán The Orators (1932), Look, Stranger! (1936, en Estados Unidos titulado On This Island), Spain (1937), Another Time (1940), New Year Letter (1941, en Estados Unidos titulado The Double Man), For the Time Being (1944, libro que incluía “El mar y el espejo”), The Age of Anxiety (1947) por el cual recibe el premio Pulitzer de poesía en 1948, Nones (1952), The Shield of Achilles (1955), Horae Canonicae (1949-1952), Homage to Clio (1960), About the House (1965), City Without Walls (1969), Academic Graffiti (1971), Epistle to a Godson (1972) y Thank you, Fog (1974).

Sus obras teatrales son Paid On Both Sides (1928), The Dance of Death (1933), y las tres escritas en colaboración con Christopher Isherwood: The dog beneath the skin (1935), The Ascent of F6 (1936) y On the Frontier (1938), estas dos últimas con música de Benjamin Britten. Es autor también de los libros en prosa Letters from Iceland (literatura de viaje, con L. MacNiece, 1931-32) y Journey to a War (con C. Isherwood, 1939).

En su rol de crítico ha publicado The Dyer's Hand (1962), Forewords and Afterwords (1973), The Prolific and the Devourer’s y Lectures on Shakespeare (una de las últimas publicaciones basada en una serie de conferencias pronunciadas en Greenwich Village en 1946-47).

En 1935, se casó con Erika Mann para proporcionarle un pasaporte británico y ayudarla así a escapar de la Alemania nazi. Su pareja de toda la vida fue, sin embargo, Chester Kallman, a quien conoció en Estados Unidos. En 1937, colaboró con los republicanos en la Guerra Civil española, conduciendo una ambulancia. Ese mismo año recibió la Medalla de Oro del Rey a la poesía, máximo galardón en su país. Tras viajar a Islandia y China, en 1939 se trasladó a Estados Unidos y posteriormente adoptó la nacionalidad estadounidense. En este país trabajó activamente como poeta, conferenciante, editor y crítico.

Entre su vasta producción cabe mencionar también varios libretos de ópera escritos en colaboración con Kallman. Entre 1956 y 1961 fue profesor de poesía en Oxford, y en 1972 regresó al Christ Church College como escritor residente.

Se lo asocia a T. S. Eliot con quien comparte un ingenio frío e irónico. A pesar de su fe religiosa no estuvo ajeno a la realidad social, abordando también esta problemática. Dotado de una asombrosa capacidad de análisis psicológico, Auden poseía además un exquisito talento lírico. Su influencia en la poesía ha sido relevante.

Fuente: Letrópolis



PARAD LOS RELOJES


Parad los relojes y desconectad el teléfono,

dadle un hueso jugoso al perro para que no ladre,

haced callar a los pianos, tocad tambores con sordina,

sacad el ataúd y llamad a las plañideras.

Que los aviones den vueltas en señal de luto

y escriban en el cielo el mensaje “Él ha muerto”,

ponedles crespones en el cuello a las palomas callejeras,

que los agentes de tráfico lleven guantes negros de

algodón.

Él era mi norte y mi sur, mi este y mi oeste,

mi semana de trabajo y mi descanso dominical,

mi día y mi noche, mi charla y mi música.

Pensé que el amor era eterno; estaba equivocado.

Ya no hacen falta estrellas: quitadlas todas,

guardad la luna y desmontad el sol,

tirad el mar por el desagüe y podad los bosques,

porque ahora ya nada puede tener utilidad.



Algunos párrafos de "Poesía y verdad. Un poema no escrito 1"
por W.H. AUDEN
I
Esperando tu llegada mañana, me descubro pensando que Te amo: luego aparece la idea: me gustaría escribir un poema expresando exactamente lo que quiero decir cuando pienso estas palabras.
XXXVII
Tengo hambre; Tengo mucha hambre; Me estoy muriendo de hambre: es claro que estoy hablando de tres grados del mismo apetito. Te amo un poco; Te amo muchísimo; Te amo locamente: ¿Estoy hablando aún de distintos grados? ¿O de distintas clases de amor?.
XLVIII
“Te amaré siempre”, jura el poeta. A mí también me parece fácil jurar esto. Te amaré a las 4:15 PM del martes entrante: ¿sigue igual de fácil puesto así?.
XLIX
“Te amaré pase lo que pase, aun cuando...” —luego viene una lista de milagros catastróficos— (aun cuando, me gustaría decir, todas las piedras de Baalbek se quiebren en trozos exactos, los cuervos de Repton murmuren funestas profecías en griego y a su vez el Windrush4 allá abajo deslice imprecaciones en hebreo, el Tiempo enloquezca y que París y Viena vuelvan a estar fabulosamente alumbradas con gas...)
¿De veras creo que sea posible que estos acontecimientos ocurran durante el tiempo en que yo viva? Si no es así, ¿qué es lo que acabo de prometer? Te amaré pase lo que pase, aun cuando engordes nueve kilos o te aflija un bigote: ¿me atrevería a prometer eso?
L
Este poema que yo pensaba escribir era para expresar exactamente lo que quiero decir cuando pienso las palabras Te amo, pero no puedo saber con exactitud qué es lo que quiero decir; su función era lograr una verdad evidente en sí misma, pero las palabras no se pueden verificar por sí mismas. De modo que este poema permanecerá sin ser escrito. Eso no importa. Mañana llegarás; si yo estuviera escribiendo una novela en la que ambos fuéramos personajes, sé con exactitud de qué manera tendría que recibirte en la estación: adoración en la mirada; en la lengua, bromas y una amable malicia. ¿Pero quién sabe con exactitud cómo te saludaré? ¿La Bella Dama? Bueno, esa es una idea. ¿No podría uno escribir un poema (ligeramente desagradable, tal vez) sobre Ella?.
1959












2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la reseña... Te sugiero que veas- sino lo has hecho ya- la película "Lejos de Ella/ Away from Her", en la cual se hace reiterada referncia a este gran poeta...

Saludos, Aquileana ;)

www.aquileana.wordpress.com

Irène dijo...

Muchas gracias Aquileana.
El invierno pasado tuve oportunidad de ver esa maravillosa película. Tenía curiosidad por conocer a Sarah Polley dirigiendo. Emocionante.