sábado, 18 de diciembre de 2010

Nicola e Bartolomeo


Here's To You
(Ennio Morricone & Joan Baez)

Here's to you, Nicola and Bart
Rest forever here in our hearts
The last and final moment is yours
That agony is your triumph



El caso Sacco-Vanzetti no es cualquier caso aunque tiene los elementos típicos de cualquier caso: se comete un delito, se arresta a los sospechosos, se enjuicia, se condena, siendo ésta la pena de muerte, lo que tampoco es tan atípico según en qué ordenamiento jurídico nos encontremos. Sin embargo, este es el Caso Sacco-Vanzetti.

En 1920, en Massachusetts, se cometió un atraco a mano armada en el que fueron asesinados tanto el tesorero de una fábrica, que llevaba un maletín con el dinero para el pago de los salarios de los empleados, como su escolta. El contexto en el que ocurre esto es especialmente turbulento porque en ese momento están propagándose fuertes ideales anarquistas entre los inmigrantes italianos. Por parte de la policía hay una dura hostilidad hacia el colectivo con redadas periódicas. Esto tampoco es gratuito porque es cierto que entre cierto sector, el más radical, es que se están cometiendo atentados. Pues bien, rápidamente se detiene a dos sospechosos, inmigrantes italianos, trabajadores, en lo que en principio parece ser que “por estar en el momento y lugar no adecuados”.

Y aquí empieza el Caso.

No parecen existir pruebas directamente incriminatorias y desde que empieza el proceso es evidente que tanto la parte fiscal como el propio juez, la representación de la autoridad en general, no pueden disimular sus razones xenófobas y en sus alegaciones existe una ausencia casi total a cualquier atisbo democrático. No es para menos puesto que estos dos hombres representan lo que tanto se persigue en ese momento. Pero, ¿acaso bajo esos prejuicios se puede ser objetivo e imparcial? A todas luces, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti están sufriendo una auténtica persecución y han sido ya condenados desde el principio.

El caso se hizo eco entre los lugares más dispersos, tanto en los propios Estados Unidos como en Europa, con numerosas protestas exigiendo la inmediata liberación de Sacco y Vanzetti. El movimiento era cada vez mayor y prácticamente se estuvo al lado de ellos durante los siete años que duró su paso por el corredor de la muerte. Porque nunca llegó ni siquiera la clemencia y fueron ejecutados.

Todavía hoy se sigue cuestionando aquel proceso, sin duda no justo, aunque se descubren nuevas informaciones que cuestionan sobre si en realidad uno era culpable pero el otro no, o lo eran los dos o no lo era ninguno. Es interesante desde este punto de vista, el jurídico y procesal, pero al margen de eso, se sea o no culpable, el juicio o los juicios han de ser justos y estos no lo fueron. Por eso es un Caso y de ahí la repercusión internacional y las protestas populares y el llamamiento desde élites intelectuales. Además de los componentes típicos, los tiene de índole ideológica y/o política, xenófoba e incluso clasista. Nada de eso es Derecho.


El 23 de agosto de 1977, el Gobernador de Massachusetts publicó una proclamación declarando que Sacco y Vanzetti habían sido tratados injustamente y que "cualquier desgracia debería ser removida de sus nombres".


Fuentes: News in History University of Misouri-Kansas City School of Law

domingo, 12 de septiembre de 2010

Un toque de canela


- Tío, ¿por qué no zarpamos ahora?
- ¿Qué?
- A Lela, la mires como la mires, nunca sabrás lo que está cocinando. Piénsalo bien, llevas años saboreando la vida, has viajado por todo el mundo ¿y te vas a pasar el resto de tus días comiendo... huevos fritos?
- Fanis, hijo mío, he aprendido que en la vida hay dos clases de viajeros: los que miran el mapa para trazar una nueva ruta y los que sencillamente se miran al espejo. Los que miran el mapa son los que se van, los que se miran al espejo son los que regresan.

Politiki kouzina (A Touch of Spice). Tasso Boulmetis (2003)

domingo, 6 de junio de 2010

La experiencia es un grado






















Maribel Verdú
Matt Damon
Uma Thurman
Leonardo Sbaraglia
Jennifer Connelly
Ernesto Alterio
Ethan Hawke


lunes, 31 de mayo de 2010

Fame

This is fame: Sundays,
an emptiness
as in Balthus,

cobbled alleys,
sunlit, aureate,
a wall, a brown tower

at the end of a street,
a blue without bells,
like a deal canvas

set in its white
frame, and flowers:
gladioli, lame

gladioli, stone petals
in a vase. The choir's
sky-high praise

turned off. A book
of prints that turns
by itself. The ticktock

of high levels on a sidewalk.
A crawling clock.
A craving for work.


Derek Walcott (Santa Lucía, 1930)
Premio Nobel Literatura 1992



Esto es la fama: los domingos, un vacío como en Balthus, pasadizos empedrados iluminados por el sol, una torre y un muro, dorados, al final de la calle, un azul sin campanas, como una tela muerta fija en su blanco telar, y flores: gladiolos, gladiolos estropeados, pétalos de piedra en un jarrón. La plegaria celeste del coro se acaba. Los grabados de un libro que se hojean por sí mismos. El tic tac de unos tacones altos sobre la acera. Un reloj muy lento. Un deseo de trabajar.



Imagen: Girl with ball, 1962
Roy Lichtenstein, Nueva York (1923-1997)
MOMA, N. Y.

viernes, 28 de mayo de 2010

Lilith


Te liberaste Lilith
dejaste el Paraíso
para crear tu estirpe
nunca quisiste ser
la mujer sometida
del aburrido Adán
desafiaste al vacío
inventaste la risa
estabas sola
sola
buscando infatigable
tu destino
del fondo de tu angustia
se levantó tu risa
bailaste ante la luna
una impúdica danza
y reíste
reíste
rayaste con tu risa
el universo.
Se sonrojó la luna
y te acunó en su seno
supiste en ese instante
que eras ángel caído
y por primera vez
sentiste a Dios
en ti.


De Mitos y Delitos, 2006
Claribel Alegría (Estelí, Nicaragua, 1924)



Foto: La bailarina Nikolska en el Partenón, 1929
por la fotógrafa griega Nelly (Elli Seraidari) (1899-1998)
(Archivo fotográfico del Museo Benaki. Atenas)

viernes, 21 de mayo de 2010

Colombia


Una carta rumbo a Gales
de Juan Manuel Roca (Medellín, 1946)

Me pregunta usted dulce señora
Qué veo en estos días a este lado del mar.
Me habitan las calles de este país
Para usted desconocido,
Estas calles donde pasear es hacer un
Largo viaje por la llaga,
Donde ir a limpiar luz
Es llenarse los ojos de vendas y murmullos.

Me pregunta
Qué siento en estos días a este lado del mar.
Un alfileteo en el cuerpo,
La luz de un frenocomio
Que llega serena a entibiar
Las más profundas heridas
Nacidas de un poblado de días incoloros.

¿Y el sol?
El sol, un viejo drogo que ha lamido esas heridas.
Porque sabe usted , dulce señora,
Es este país una confusión de calles y heridas.
La entero a usted:
Aquí hay palmeras cantoras
Pero también hay hombres torturados.
Aquí hay cielos absolutamente desnudos
Y mujeres encorvadas al pedal de la Singer
Que hubieran podido llegar en su loco pedaleo
Hasta Java y Burdeos,
Hasta el Nepal y su pueblito de Gales,

Donde supongo que bebía sombras su querido Dylan Thomas.

Las mujeres de este país son capaces
De coserle un botón al viento,
De vestirlo de organista.

Aquí crecen la rabia y las orquídeas por parejo,
No sospecha usted lo que es un país
Como un viejo animal conservado
En los más variados alcoholes,
No sospecha usted lo que es vivir
Entre lunas de ayer, muertos y despojos.



Foto: Valle del Cocora, Colombia
de Ana Muñoz (Almería, 1970)



viernes, 14 de mayo de 2010

La atención a las palabras

(803)

Herta Müller


Dass mich die kleine
Heimat die
es je gab
am fünften Zeh mit der
großen Wolkenglatze und der
Mütze eines Staates und
den Augen einer Ziege undder Schenauze einer Rattefamiliar leergefressen hatten



Herta Müller. Gamla Stan - Stockholm

Que a mí
la patria
pequeña como
jamás la hubo
en el quinto dedo del pie
con la gran calva de las nubes
y el gorro de un Estado y
los ojos de una cabra y
el hocico de una rata
me devoró familiarmente


"Lo que has vivido bajo una dictadura no se olvida cuando arrancas una hoja del calendario".

"La lengua no es una patria".

"No hay nada más extraño que una patria donde no se pueda vivir".

En 1987, Müller marchó a Alemania con su marido, el novelista Richard Wagner, y establece su residencia en Berlín. Es entonces cuando inicia la composición de sus poemas mediante la técnica del collage. Utiliza para ello recortes de periódicos y revistas y empieza a coleccionar palabras que mantiene depositadas en una mesa. "Las palabras se llenan de polvo, no se pueden limpiar las palabras" por lo que las guarda en cajones donde permanecen y esperan hasta que ella las recoja para formar un texto. "Siempre he pensado que las palabras en el cajón tiene que ver con mi experiencia de la emigración, es como esperar en la estación del tren a ser recogida". En la novela trata del efecto de las dictaduras en las personas, no hay mucha posibilidad de jugar porque el tema no lo permite. Con esta técnica puede jugar aunque tampoco logra escapar ya que piensa que el texto resultante no es tan divertido como parece. Este juego le ha servido para tratar sus propios daños sufridos. "Cuando salí de Rumanía tenía los nervios bastante destrozados y esta actividad me ayudó". "Cuando uno tiene la palabra en la mano el contacto es más íntimo, una palabra sacada de la mente no la puedes ver. Lo extraño es que las palabras en el cajón encuentran una pareja que cuentan una historia. Cuando están pegadas en la tarjeta ya no se pueden cambiar, así que es como la vida misma, tiene sus límites. A la hora de plasmarlas también está la limitación del espacio puesto que deben ajustarse al tamaño de una tarjeta y a su vez deben guardar un sentido, por lo que me toca sacrificar palabras -también como en la vida- que vuelven al cajón. Las palabras también envejecen como las personas, por la porosidad del papel". "Se trata de un trabajo sensorial del que he aprendido mucho".


Versos de su discurso de agradecimiento por el Premio Nobel de Literatura 2009

Cada palabra en tu cara
Sabe algo del círculo vicioso
Pero no lo dice

miércoles, 12 de mayo de 2010

Wrong Number

Ernesto Cardenal cuenta que se encontraba en Colombia haciendo el seminario para ordenarse sacerdote cuando llega la noticia de la muerte de Marilyn, que le inspira la siguiente Oración:

Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de
Marilyn Monroe, aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los
9 años y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.

Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta
el Times) ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.

Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.

Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y
archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: Wrong Number
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!

jueves, 6 de mayo de 2010

Negociaciones complejas


Mi cansancio
mi angustia
mi alegría
mi pavor
mi humildad
mis noches todas
mi nostalgia del año
mil novecientos treinta
mi sentido común
mi rebeldía.


Mi desdén
mi crueldad y mi congoja
mi abandono
mi llanto
mi agonía
mi herencia irrenunciable y dolorosa
mi sufrimiento
en fin
mi pobre vida.


Eso. Idea Vilariño (1920-2009)

viernes, 23 de abril de 2010

El Arte del Amor

"Well, I always wanted a mistress and a chance to go to war,
and now I've had both."


En esos momentos Julian había aprendido casi trescientos caracteres chinos y podía entender más las conversaciones y usar algunas frases habituales, como "Esto es delicioso" o "No tiene buen aspecto". También había aprendido a escribir con tinta y pincel algunos caracteres, y los encontraba muy bellos. La fascinación por los caracteres chinos se abre paso poco a poco en el interior de uno, como la sutil belleza de las mujeres chinas.
Julian se esforzó por concentrarse en sus clases. Quería hablar de lo que era verdaderamente moderno en literatura, y en particular de la teoría de Bell y Fry de la forma significante, pero decidió que convencer a los estudiantes de que la forma podía ser más significativa que el contenido era una tarea demasiado ardua en aquel momento. Según su plan original, había llegado el momento de abordar la poesía contemporánea inglesa. Se había llevado La tierra baldía, de T. S. Elliot, e incluso los Cantos de Ezra Pound. Pero le pareció que serían totalmente incomprensibles para sus estudiantes. Después de pensarlo mucho, se decidió por algo más fácil: La canción de amor de J. Alfred Prufrock.
De pie en la tarima miró hacia los asientos donde habitualmente solían sentarse las chicas. Lin no estaba. Ya había faltado a varias clases.
"¿Quién sería ese Prufrock -empezó -, esa persona débil y excesivamente sensible, enfrentada a la insignificancia de su vida y su temor de perderla, aterrorizado por su único amor?".


Vamos entonces, tú y yo,
cuando el atardecer se tiende en el cielo...


Mientras Julian empezaba a leer los versos en voz alta, vio que Lin entraba de puntillas, con una hoja mimegrafiada en la mano. De modo que se había perdido parte de su lección. ¿Se preguntaría si se estaba refiriendo a él mismo, o a ella?
Julian se sintió conmovido por aquel poema, por primera vez: era una disección brillante del tormento que sentía un perdedor. Nunca había admitido que admiraba a Eliot, cosa natural, porque estaba obsesionado por la necesidad de apartarse de la sombra de las figuras literarias establecidas, especialmente los amigos de sus padres. Pero se convenció de que aquella obra de Eliot, la primera que publicó, ponía al descubierto el conflicto básico de todos los que vivían en la sociedad civilizada. Le parecía que el poema trataba de él.
"¿Me atreveré a perturbar el universo?", continuó leyendo, como si estuviera ensayando sus propios pensamientos. "En un minuto hay tiempo para decisiones y revisiones que otro minuto volverá del revés".
Él era ese "yo", y Lin era el "tú". "Ya la conozco", se dijo a sí mismo, "o al menos estoy a punto de concerla, pero todavía no me atrevo a acercarme más a ella. ¿Acaso soy una de esas personas de clase media que tienen miedo a rechazar las convenciones sociales?".
Sonó el timbre y los estudiantes salieron del aula con sus notas. Vio a Lin entre ellos. Corrió hacia la puerta, pero ella ya no estaba a la vista. ¿Por que no se habría fijado en el lugar donde estaba sentada ella? La había visto entrar. ¿Se habría escondido acaso después de su análisis confesional del poema?
Podía haberla atrapado corriendo tras ella por los pasillos atestados, pero se contuvo. Como profesor, debía comportarse con un poco más de dignidad. De pronto se sintió viejo.


Julian Bell, poeta inglés educado en Cambridge, hijo de Clive y Vanessa Bell (hermana mayor de Virginia Woolf), después de su intento por destacar en el Grupo de Bloomsbury, acepta en 1935 una estancia como profesor de literatura moderna inglesa en la Universidad de Wuhan, China. Su activismo e ideales también contribuyen en esta aventura que decide emprender, así su impulso se ve alimentando por los rumores que se dejan escuchar sobre los movimientos revolucionarios que están surgiendo en este país donde incluso intenta adentrarse en las zonas donde se mueve el Ejercito Rojo. Su afán por no querer ser más un pacifista -critica a los que él llama intelectuales caducos que no se mueven- le lleva a sentirse en la obligación de luchar contra el fascismo en la Guerra Civil Española. Tanto su madre como su tía intentan persuadirle por lo que decide ir no como soldado de las Brigadas Internacionales, sino como conductor de ambulancia en la Unidad de Asistencia Médica Británica. Sin embargo, el nivel de dureza y peligro que envuelven la guerra en ese momento no hace que sea menos arriesgada su misión de acudir en auxilio de la víctimas en plena contienda. El joven Julian es herido mortal por una bomba en la batalla de Brunete y muere poco después en un hospital cerca de Madrid el 14 de julio de 1937 a la edad de 29 años.

Fragmento: "K: El Arte del Amor" de Hong Ying
Foto: Universidad de Wuhan, con sus famosos cerezos en flor en primavera

martes, 2 de febrero de 2010

Viveza


No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo
extraordinario.

No dejes de creer que las palabras,
las poesías sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra alma está intacta.

Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores: el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes. Huye.

"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples.

Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.

Vívela intensamente, sin mediocridad.

Piensa que en ti está el futuro y,
encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte.

Las experiencias de quienes nos precedieron,
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida.

La sociedad de hoy somos nosotros, los "poetas vivos".

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ....

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa...
No dejes nunca de soñar,

porque en sueños es libre el hombre.


Walt Whitman (1819 - 1892)

Ilustración: "City view" Joop Plasmeijer