martes, 30 de junio de 2009

Pinturas de Belén Segura




Belén Segura Garrido


Inaguración de la exposición colectiva de la Asociación Cultural "Celia Viñas" en los Aljibes Árabes de Jayran -Almería -11 junio 2009

miércoles, 20 de mayo de 2009

Estaré donde menos lo esperes


Por Gioconda Belli



A Mario Benedetti no se le notaba que era poeta. Era un hombre de mediana estatura, la espalda un poco encorvada, el rostro quieto y observador, el bigote quizás era lo único que lo delataba como alguien con un sentido especial de sí mismo. En las reuniones, no era el más chispa, ni el más sonoro. Lo miraba todo con ojos de conocedor, pero sin hacer alarde de su hondura o su sabiduría.


Sonreía con esa melancolía propia de la gente del Sur, gente que ha sufrido y que se toma la alegría y la risa con su gramo de sal, pero sin escatimar la plena importancia de la gracia de quienes saben hacer reír. Era un partícipe amable de las reuniones, sin un ápice de arrogancia, sin compulsión alguna por llamar la atención. Iba y venía con el ánimo del grupo sin perder su centro, sus ojillos de liebre atentos al movimiento: un hombre interior que se bebía el mundo callado y sin estridencias.


Cuando lo conocí en La Habana, en 1981, en la Casa de las Américas, en su oficina, quise decirle y creo que le dije, lo mucho que me había acompañado.Recordaba noches enteras de mi exilio en México y en Costa Rica, leyéndolo ávidamente. Su poesía era de esas que me ponían la piel tierna. Le dije que sus poemas eran como el gatillo de una pistola que se disparaba dentro de mí y me llenaba de palabras, de ecos. No había vez que no lo leyera sin que me poseyera el deseo de escribir poemas también. Y era porque me ponía la piel suave, me abría el camino hacia una intimidad que me revelaba cosas de mí misma que yo ignoraba antes de leerlo. El sonrió escuchándome, me agradeció el homenaje con un movimiento breve de su cabeza y siguió conversando sobre su trabajo en la Casa de las Américas donde coordinaba el premio cubano de cuyo jurado formé parte aquel año.


Vi a Mario muchas veces más. Se convirtió en amigo, en ser cercano, en uno de esos privilegios que la vida nos depara con su misteriosa generosidad. Y estuvo en Nicaragua durante la revolución, departiendo como solía hacerlo, con una humildad dulce y verdadera que lo hacía ser aún más adorable, porque uno sabía de quién se trataba y se maravillaba de ver aquel ser cuyo nombre andaba de boca en boca en toda América Latina, comportándose con esa sencillez; la sencillez que lo hacía ser precisamente el poeta que era, un poeta transparente, sin ningún artificio, un ciudadano de la vida sin más gloria que la de saber que su oficio era vivir y contarlo.


Fui a visitarlo en Montevideo en 2008. Lo vi como una cascarita de nuez, agrietado y frágil en el sillón donde me recibió en su casa. Ya estaba muy enfermo. Ya había muerto Luz, su esposa, y la soledad y la tristeza rodeaban su intimidad de pasajero que no terminaba de acomodarse ni en la vejez, ni en la proximidad de la muerte. Sus ojos vivaces seguían brillando. Brillaban más, si es posible que años atrás cuando andaba más vivo por la vida. Hablamos de poesía, de Nicaragua. Me contó de su cansancio ingrato, pero también de sus proyectos, de los libros que seguía escribiendo. Y lloré cuando partí, cuando la puerta de su apartamento se cerró tras de mí y de Hortensia Campanella con quien fui a visitarlo. Sabía que no lo vería ya más. Era evidente que se apagaba como un cirio que llegaba al cabo a su último resplandor. Y que se apagara, la certeza de que aquella palabra se diluiría en el tiempo y la lluvia, me llenó de tristeza y de inconformidad.


Ahora Mario ha dejado ya su apartamento. No volverá a sus libros, a su sillón cerca de la ventana. No escribirá más sus versos con mano temblorosa. El hueco del espacio que ocupaba es una muesca doliente en el árbol de la poesía viva de América Latina. Se ha marchado al cielo de los poetas y creo que será uno de los que más se asomarán a las ventanas de la noche estrellada. Tan quieto y dulce como era, tengo la seguridad que será de los que más extrañen estar aquí, oír el sonido de los demás, captar el movimiento del sol sobre la acera, el paso de las tardes, el rumor de las parejas en los parques, porque nadie como él sabía hacer el silencio interior que se requiere para escuchar, para estar atento, para captar el pálpito ajeno, ése que hacía que su poesía fuera tan nuestra, como si la escribiera desde un corazón que prestaba a cada quién y devolvía con creces.



Mayo de 2009



Foto: Los Tiempos.com
Carta publicada en Grupo de Gioconda

miércoles, 11 de marzo de 2009

Roma


"A Roma, mi Romita..."


Alma de bohemio, peregrino y soñador


En líneas generales:
Roma es el AMOR entre una pareja, de ésta a su hijo y del niño a sus padres en el enimágnito Buenos Aires de los años 50 - ¿es así el Montevideo de hoy?.
Roma es una MUJER inteligente, culta y fuerte que confía plenamente en el talento de su - no tan provechoso - hijo.
Roma es una VIDA, la vida.

En detalle:
Roma es un compendio hermosísimo de música, literatura, ideales, cine, emociones, esperanzas, deseos, fracasos...




Foto: Susú Pecoraro en "Roma" (2004) de Adolfo Aristarain


Enlace: Cine Nacional

sábado, 24 de enero de 2009

Recuerdos

Memories, like the corners of my mind.
Misty watercolour memories of the way we were


Hubbell: Nunca te rindes, ¿no?
Katie: Sólo cuando estoy completamente forzada a hacerlo. Pero soy una buena perdedora.
Hubbell: Mejor que yo.

Katie: Bueno, yo he tenido... más práctica.

Katie: Tu chica es encantadora, Hubbel. ¿Por qué no te la traes a tomar algo cuando vengas (a casa)?
Hubbel: No puedo ir, Katie. No puedo.
Katie: Lo sé.

If we had the chance to do it all again, tell me, would we?, could we?

Sidney Pollack, Barbra Streisand and Robert Redford on the set of "The way we were" (1973)

Music Video: The way we were by Barbra Streisand

"The way we were" Oscar 1973: canción, banda sonora original

Fuentes: The Madison Avenue Journal Olgahawks's Flickr

sábado, 10 de enero de 2009

Lights will guide you home


When you try your best but you don't succeed
When you get what you want but not what you need
When you feel so tired but you can't sleep
Stuck in reverse.

And the tears come streaming down your face
When you lose something you can't replace
When you love someone but it goes to waste
Could it be worse?

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

And high up above or down below
When you're too in love to let it go
But if you never try you'll never know
Just what you're worth
Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

Tears stream, down your face
When you lose something you cannot replace
Tears stream down your face
And I...

Tears stream, down your face
I promise you I will learn from my mistakes
Tears stream down your face
And I..

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you.


Music Videos:

Foto: Castillo de Vélez Blanco de blanco por una intensa niebla una mañana en estas pasadas navidades.