The city from Greenwich Village. John Sloan. 1922
“Well, isn’t Bohemia a place where everyone is as good as everyone else—and must not a waiter be a little less than a waiter to be a good Bohemian?”
"Becoming Intimate with the Bohemians” Djuna Barnes, New York Morning Telegraph Sunday Magazine (Nov. 19, 1916).
Fuente: The Columbia World of Quotations
from Becoming Intimate with the Bohemians
"Becoming Intimate with the Bohemians” Djuna Barnes, New York Morning Telegraph Sunday Magazine (Nov. 19, 1916).
Fuente: The Columbia World of Quotations
from Becoming Intimate with the Bohemians
Una noche doblaba la esquina de la Sexta Avenida con Greenwich Avenue, cuando una mujer elegante, con pieles, muy cargada de joyas y con dos larguiruchas hijas, me llamaba la atención. En sus ojos había una inquietud que resultaba extraña para alguien como yo que estaba acostumbrada a ser mirada por tranquilas e incluso perezosas caras. Sus ojos deambulaban al azar, así como los de sus hijas. Había un aire definido del perdedor buscando lo perdido.
“¿Dónde está Greenwich Village?” preguntó tomando aliento.
“Es esto”contesté, pensaba que se iba a desplomar.
“Pero”, tartamudeó, “he oido de casas viejas y de hombres y mujeres extraños que se sientan en los bordillos citando poesía a los policias o pescando panecillos que flotan en el Battery cuando llueve. He oido de tabernas pequeñas donde las mujeres fuman y los hombres hacen el amor y hay baile y risa y no demasiada luz. He oido de casas a rayas como las cebras con oro y plata, y de vestidos largos que ... ¡Rápido, rápido!” gritó de prontó, interrumpiendo la mitad de la frase y agarrando de cada mano a una niña exactamente como la Reina Blanca en “A través del espejo” mientras se apresuraba hacia delante “Ahí hay una!”.
Entonces se marchó en la persecución de una mera mujer con un vestido largo de hilo de algodón tintado con una carpeta debajo del brazo.
“¿Dónde está Greenwich Village?” preguntó tomando aliento.
“Es esto”contesté, pensaba que se iba a desplomar.
“Pero”, tartamudeó, “he oido de casas viejas y de hombres y mujeres extraños que se sientan en los bordillos citando poesía a los policias o pescando panecillos que flotan en el Battery cuando llueve. He oido de tabernas pequeñas donde las mujeres fuman y los hombres hacen el amor y hay baile y risa y no demasiada luz. He oido de casas a rayas como las cebras con oro y plata, y de vestidos largos que ... ¡Rápido, rápido!” gritó de prontó, interrumpiendo la mitad de la frase y agarrando de cada mano a una niña exactamente como la Reina Blanca en “A través del espejo” mientras se apresuraba hacia delante “Ahí hay una!”.
Entonces se marchó en la persecución de una mera mujer con un vestido largo de hilo de algodón tintado con una carpeta debajo del brazo.
-Djuna Barnes, 1892-1932
3 comentarios:
Hola, Irène. Está muy bien tu blog, muy variado, que es lo interesante, y bien contado. Excelente la imagen de esta entrada, como el texto de la genial Djuna Barnes (que creo que está poco editada por aquí). Un saludo
Muchas gracias Alfonso.
Un saludo
Prólogo de T.S. Eliot . El bosque de la noche es la obra maestra de Djuna Barnes y una de las grandes novelas de la literatura contemporánea. París, 1927. En un ambiente que fluctúa entre la aristocracia, la bohemia y el mundo del circo, se encarna el enigma esencial de la condición humana en la figura del joven Robin Vote, fascinada por la atracción del abismo, y en las tres personas que se disputan su amor: el falso barón judío vienés Felix Volkbein, la leal Nora Flood y la ávida Jenny Pehterbridge. Testigo de la historia, y confidente de Felix y Nora, el extravagante docotr Matthew OConnor. Incapaz de encontrar editor para la versión inicial y más explícita de El bosque de la noche , Djuna Barnes accedió a que su amiga Emily Coleman y su editor, T. S. Eliot , cortaran fragmentos -desde una palabra hasta pasajes de tres páginas- para dar con la versión «publicable» que vio la luz en 1936. La especialista Cheryl J. Plumb ha estudiado y publicado la novela restituyendo el material eliminado y la redacción y puntuación original, ofreciendo al lector en español por vez primera la versión íntegra de este gran clásico del siglo XX.
Y aún así, no deja de ser un libro difícil de leer.
No obstante, en lo descrito en "El Village" era una mujer, que te sumergia en el ambiente de aquella epóca.
Cros 08/04/2007
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